Sé que el jefe está loco...
Me espía si ve que saco
la cajita de tampax
de mi bolso de plástico.
Y yo sé que me mira,
tras de su cortinilla.
Me persigue en silencio con los ojos
si me demoro un rato
en el evacuatorio.
Se le salen las pupilas
de las gafas
cuando Elena (la santa)
vuelve a cruzar las piernas
debajo de su mesa.
Y le tiembla la voz los viernes por la tarde
cuando me quedo sola para hacer horas extras.
A veces pega un moco
debajo de la mesa...
para poder mirar como lo limpia
la señora Mariana...
O se muerde las uñas mirando hacia los lados
y pone los trozitos en la mesa de Rosi,
cuando queda vacía.
Sé que el jefe está loco...
Lo dicen sus colegas
de la planta catorce
cuando ven que se toma
un bocata en el descanso
con una sola mano...
(no consigo ver qué demonios
hace, mientras, con la otra…)
Cuando ven que no acude,
a la mesita Vip del restaurante.
Me espía si ve que saco
la cajita de tampax
de mi bolso de plástico.
Y yo sé que me mira,
tras de su cortinilla.
Me persigue en silencio con los ojos
si me demoro un rato
en el evacuatorio.
Se le salen las pupilas
de las gafas
cuando Elena (la santa)
vuelve a cruzar las piernas
debajo de su mesa.
Y le tiembla la voz los viernes por la tarde
cuando me quedo sola para hacer horas extras.
A veces pega un moco
debajo de la mesa...
para poder mirar como lo limpia
la señora Mariana...
O se muerde las uñas mirando hacia los lados
y pone los trozitos en la mesa de Rosi,
cuando queda vacía.
Sé que el jefe está loco...
Lo dicen sus colegas
de la planta catorce
cuando ven que se toma
un bocata en el descanso
con una sola mano...
(no consigo ver qué demonios
hace, mientras, con la otra…)
Cuando ven que no acude,
a la mesita Vip del restaurante.